En verano, nuestros hijos tienen casi tres meses de
vacaciones, frente al mes que solemos tener nosotros los adultos , y a veces es
difícil planificar ese tiempo libre de la forma adecuada.
Es verdad, que los peques también acaban muy cansados del
curso y necesitan un tiempo de descanso, por lo que no hay que tener
estrictamente organizado todo lo que se va a hacer, pero si que es bueno
ofrecerles alternativas en función de su edad para que ellos puedan elegir.
Cuanto más pequeño sea el niño más estructurado tiene que ser ese tiempo libre,
conforme se van haciendo más mayores, ya tienen más autonomía para organizarlo
según sus preferencias.
Las actividades al aire libre son
muy buena opción en esta época, los campamentos y colonias de verano les ayudan
mucho a relacionarse con otros niños de su edad y además les ayuda a ir
adquiriendo más resposabilidades y ser más independientes de nosotros.
Hay de muy diversas temáticas, de
deportes multiaventura, de idiomas…etc y
adaptados a cada edad.Es bueno que ellos mismos elijan cúal es al campamento
que quieren ir, irán mucho más a gusto y si su rendimiento ha sido bueno
durante todo el año, se merecen poder elegir a donde quieren ir.
Además de los campamentos,
podemos realizar actividades con ellos como excursiones en bicicleta por la
ciudad, rutas en patines,prepararles gymkhanas por el parque para que
encuentren el tesoro escondido, jugar con globos de agua, hacer un picnic…etc.
Todas estas son actividades que no nos suponen mucho dinero y que a los niños
les encantan, sólo consiste en echarle un poco de imaginación y sacarles un
poco de la rutina diaria.
Ya en casa, hay que controlar el
tiempo que pasan pegados a las pantallas, ya sea del ordenador, de la tablet o
de la tele. Hay tiempo para todo. Para dosificar un poco las horas que pasan
frente a la pantalla podemos buscarles alternativas, proponiéndoles otros
juegos como hacer collares, jugar con plastilina, hacer marionetas,pintar con
los dedos…etc; todo en función de la edad que tengan nuestros hijos.
Otra idea que puede ser útil en
las noches estivales, es la preparación de noches temáticas, una dedicada a juegos
de mesa, otra a ver películas, hacer postres, organizar pijamadas con algunos
amigos, cuentacuentos…
También es importante aprovechar
que tienen tiempo libre para inculcarles el valor de la lectura y de la
cultura.Ir a la biblioteca y que puedan elegir libros que les apetezca leer y así
podemos fomentar el hábito. Si no están acostumbrados, o son muy pequeños
pueden empezar leyendo cómics y tebeos e ir avanzando a libros con más letra. Llevarlos
a actividades culturales, como visitas a museos y es otra opción pero hay que
intentar que éstas estén adaptadas a su edad y su lenguaje y no saturarlos.
El verano plantea muchas
alternativas de diversión y de formación para nuestros hijos y nos da la
oportunidad de pasar más tiempo con ellos.